Sunday, December 14, 2008

El Bufon del Carandolet

La política en general, pero particularmente en América Latina ha producido a través de los tiempos un sinnúmero de personajes coloridos, controversiales e incluso abiertamente deschavetados. Pocos sin embargo, podrían estar en desacuerdo con el hecho que esta estirpe de ‘politicuchos’ se ha ensañado particularmente en el Ecuador. Quisiera aclarar que todo país tiende a tener un buen número de payasitos en la política, pero el honor que les dan de ocupar la silla presidencial se repite con desagradable frecuencia en Ecuador.

Basta recordar las salidas en falso de Yamil Mawad pero nada como el estilo propio de un aspirante a ganar el titulo de cantante en un “reality show” como Abdala Bucaram. El ‘loco Bucaram’ como popularmente se le conoce no perdía ocasión de subir al escenario para cantar a todo pulmón. Parecería como si de hecho Bucaram hubiese utilizado la figura presidencial para lanzar su carrera de cantante. El tropicalismo de la figura presidencial ecuatoriana, enconada en la presidencia de ‘el loco’ llevo al país suramericano a una crisis política que se manifestó en seis cambios de gobierno en un año.

Desde la época de ‘el loco’ a hoy las cosas han cambiado poco o mucho depende de cómo estas se vean. Poco en lo ‘tropical’ de los gobernantes, pero mucho en el grado de diversión que los mismos ofrecen. Las tormentas políticas en Ecuador lograron mitigarse con la transferencia del ejecutivo de Álvaro Noboa a Lucio Gutiérrez. Este último hizo una presidencia decorosa, pero no pasaría mucho tiempo en el ecuatorial país antes de que un verdadero bufón se tomase le poder. En lo que difieren es que el actual bufón no es chistoso.

Rafael Correa dista de ser el payaso alegre, dicharachero y divertido que ‘el loco’ encarna. Detrás de una apariencia bonachona, casi placida se encuentra un socialista radical que promueve un nuevo orden mundial, aun si este ultimo implica hacer una alianza hasta con el mismísimo diablo.

La primera ‘pelada de cobre’ de Correa quedo al descubierto en las memorias del computador del terrorista alias Raul Reyes. Para Correa, al igual que los radicales islamistas de Bin Laden para abajo la destrucción del imperio yanqui justifica el uso de cualquier medio. En sus ojos, la puesta en marcha del Plan Colombia justifica la alianza de su gobierno con las Farc.

Utilizando un tono menos locuaz que Chavez, Correa es quizás tan o mas radical que el mandatario venezolano. Sin insultar al presidente americano, Correa logro propinar un duro golpe a la proyección gringa en la región (y de paso a la lucha antinarcóticos) con el desmantelamiento de base en Manta.

Pero la muestra mas fehaciente de su extremismo ideológico la dio la semana pasada. Al ordenar el no pago de los cupones de los bonos Global 2012 de deuda pública con vencimiento este 15 de diciembre, Ecuador entro de hecho en cesación de pagos de su deuda externa. La última vez que esto sucedió en América Latina fue en 2001 cuando Argentina hizo lo mismo, pero las circunstancias no pueden ser mas diversas. Argentina había acumulado una deuda externa astronómica a la vez que había establecido paridad cambiaria con el dólar. La fortaleza entonces de la moneda americana hacia perder competitividad a la Argentina asfixiando sus industrias exportadoras. Ecuador en cambio, es un país con una deuda externa pequeña aun en proporción a su PIB, y a diferencia del caso argentino, Ecuador ha tenido una especie de ‘boom’ fiscal por cuenta de los elevado ingresos petroleros.

En resumidas cuentas Ecuador tiene como pagar su deuda pero el radicalismo ideológico de Correa lo impide. Que pretende con esta acción el mandatario ecuatoriano? En el plano interno Correa busca ganar puntos entre los sectores populares mostrando un liderazgo antiimperialista y contestatario. Pero hay que ser muy ingenuo para pensar que el “default” ecuatoriano tiene consecuencias en el mundo de las finanzas, incluso en este momento de crisis. Para poner las cosas en perspectiva, el paquete de estimulo fiscal americano aprobado por el congreso de ese país supera los 700.000 millones de dólares, el PIB ecuatoriano alcanza los 42.000 millones. El valor de los cupones no pagados por Ecuador es de apenas 30 millones.

Las únicas consecuencias van a sentirse al interior del Ecuador. La negación del pago implica el cierre automático del crédito por parte de los organismos internacionales crediticios. La alternativa es obtener recursos por parte de uno o varios de los gobiernos ‘rebeldes’ del mundo. En ese orden de ideas los prestatarios serian países como Venezuela, Irán y Rusia. Lo anterior presenta una serie de problemas, no menos el hecho que como es el caso de los bonos argentinos en poder de Venezuela, la tasa de los mismo es abismal, incluso mas alta que la que un crédito multilateral hubiese concedido tras una restructuración de la deuda.

El otro problema es que el crédito de países como Irán y Rusia viene condicionado a una serie de ‘acuerdos’ que disfrazan una descarada venta de armamento. De hecho la industria armamentista es la única en lo que tanto Irán como Rusia son internacionalmente competitivos. Es por esto que Correa tras su visita a Irán triunfalmente declara que equipos militares de ese país será utilizado para vigilar la frontera con Colombia.

Sin embargo a más largo plazo el problema que enfrentaría el Ecuador es la imposibilidad de conseguir recursos vitales para financiar su desarrollo. Al cerrar las puertas al crédito externo Ecuador va a quedar más dependiente de su industria petrolera. Sus posibles prestamistas, sin excepción tienen economías muy dependientes del petróleo. Sin proponérselo la crisis financiera engendrada en Estados Unidos va a victimizar en grado mayor a los países petroleros con la caída de los precios. Así quisieran, es posible que ni Chávez, ni los rusos ni los iraníes vayan a tener como prestarle a Ecuador.

La conclusión más importante de todo esto es el gran reto para la seguridad colombiana que el tropicalismo de los presidentes de la región impone. Colombia esta rodeada de gobiernos que le son hostiles y que coordinadamente y bajo el auspicio de Rusia e Irán, buscan imponer un gobierno socialista, antiamericano y posiblemente fariano. Los pocos logros en materia social están por perderse. Si no me creen hay que esperar a lo que le va a sucederle al Ecuador.